Un día en la Albufera de Valencia de la mano de La Paella de Tenerife
Hace unos meses recibimos la invitación de Raúl, el alma de La Paella de Tenerife, para pasar un día en la Albufera de Valencia y cenar una de sus exquisitas paellas. Allá nos fuimos, mi bloguero consorte y yo, en un viaje relámpago que resultó ser uno de los mejores fines de semana de los que tenemos recuerdo.
Llegamos el viernes por la noche y Raúl y María nos esperaban para darnos la bienvenida y llevarnos a cenar a un restaurante típico cerca de la playa. Pero lo mejor estaba por llegar…
El sábado, tras un paseo por el impresionante casco antiguo de Valencia, nos pusimos de camino a la Albufera, a unos 10 km de la ciudad. Se trata de una laguna costera, nombrada Parque Natural desde 1986 y reserva ecológica, albergando una gran variedad de especies, muchas de ellas en peligro de extinción.
Al llegar a la Albufera, Raúl nos recibió en una barraca típica, de la pocas que aún quedan en manos de particulares. Mientras él comenzaba a preparar la cena, a nosotros nos esperaba una gran sorpresa, un paseo en barca a través del humedal, disfrutando de la calma de sus aguas y viendo su grandísima diversidad de aves.
Comenzó a caer la noche y el atardecer nos descubrió una de las puestas de sol más impresionantes que he tenido la suerte de disfrutar, una experiencia llena de paz, rodeada del mejor paisaje de la costa mediterránea.
Llegamos del paseo a la barraca y nos esperaba el broche final para un día perfecto, la magnífica cena que Raúl nos había preparado, una paella auténticamente valenciana con pato de la Albufera (macerado en licor), conejo, pollo, judías verdes y garrofón, realmente exquisita!
Raúl, periodista de profesión, comenzó a hacer paellas en su Santa Cruz natal de la mano de su suegro, valenciano y maestro paellero. Lo que comenzó tan sólo como comidas y cenas entre amigos, se fue convirtiendo en un verdadero hobby para Raúl, que no dejó de investigar nuevos platos arroceros y de ampliar cada vez más su recetario. Así es como nació La Paella de Tenerife, un verdadero referente de la cocina valenciana en la isla.
Su truco es usar en todos sus platos los mejores ingredientes y sobre todo elegir el caldo adecuado para cada paella o fideguá. Esa es la fórmula para los mejores arroces valencianos que podréis disfrutar de la mano de Raúl los que tengáis el privilegio de vivir en Tenerife. Invitados a bautizos, cumpleaños e incluso bodas, ya han disfrutado de sus arroces y cada vez son más los encargos que llegan para Rául.
Enhorabuena por estar haciendo de tu pasión, la cocina, tu segunda profesión.
Si os digo que un canario en la Albufera valenciana cocina una paella para un grupo de 10 valencianos, 3 alemanes, 1 asturiana y otro canario, no es un chiste. Raúl salió triunfante del reto, recibiendo las aclamaciones de todos los comensales, en especial de los locales que repitieron plato asegurando que era una de las mejores paellas que habían probado.
Para no romper el ambiente tan tradicional valenciano, seguimos la costumbre más antigua de esta tierra, nos dividimos entre hombres y mujeres para disfrutar de la cena. Los hombres se sentaron en una mesa para comer directamente de la paellera, mientras que las mujeres nos pusimos en otra, cenando del plato.
¡Qué os puedo decir de cómo fue la cena! sólo os contaré que a menudo nos acordamos de lo exquisita que estaba la paella, sin duda la mejor que hemos probado nunca, del privilegio de poder cenar en una antigua barraca al lado de la Albufera, pero sobre todo recordamos la magnífica compañía con la compartimos este día tan especial.
Muchas gracias Raúl y María, por ese fin de semana tan inolvidable y por tener el privilegio de disfrutar de La Paella de Tenerife.
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He pasado un buen rato leyendo tu aventura en la albufera valenciana… ¡¡qué lugar más bonito!!
Mejor no decirlo muy en alto no sea que se inunde de urbanitas, jejejejeje :)
¡¡Enhorabuena!!
La Albufera de Valencia… mí tan querida y apreciada Albufera, a pocos minutos de donde vivo! Como bien has dicho Noelia, las mejores puestas de sol las tenemos en la Albufera.
He disfrutado mucho de tu relato pero… siempre tiene que haber un pero jajajaja, que son los fréjoles? imagino que le llamarás así a las judías verdes, nunca he escuchado a nadie aquí en Valencia llamar a la judía fréjol y otra cosa que me ha llamado mucho la atención es lo que has dicho que en Valencia los hombres y las mujeres comen separados, en diferentes mesas… eing? tengo 55 años, toda mi familia es y ha sido valenciana tanto por parte de mi padre como de mi madre y JAMAS he visto u oido que los hombres y las mujeres comen por separado… mas bien me recuerda a como en ciertos países musulmanes hombres y mujeres comen por separado.
Salvo esos dos puntos… por lo demás me ha encantado tu experiencia en uno de los lugares mas bonitos de mi Valencia.
Gracias
Hola Paqui, ya he cambiado lo de los fréjoles, sí son judias verdes. Lo de la forma de sentarnos pues nos lo contaron la gente de allí, e hicimos lo que nos indicaron, a mí también me chocó un poco, pero la verdad es que fue muy divertido.
Fue una maravilla de día, espero volver para el próximo verano.
Gracias por tu comentarios
Noelia
Qué pasada. Tuvo que ser, en conjunto, un experiencia alucinante. El paseo en barca por el sagrado humedal, la puesta de sol, la calma. Para después completar la jornada con una exquisita pella artesana, ¡con pato del propio humedal! Increible, me ha encantado esta entrada.
¡Un saludo!
http://elcalderodenimue.wordpress.com
Somos unos afortunados teniendo la Albufera tan cerca de Valencia. Lo más triste es que muy poca gente la conoce y por supuesto, menos ha hecho lo que tú, dar un paseo en barca y pasear por ella. Es un auténtico privilegio dar un paseo y observar la espectacular puesta de sol que tiene. Sencillamente maravilloso.
Los que venís de otras comunidades sabéis apreciar lo que aquí tenemos, pero creo que eso suele pasar en general.
Lo único que no me cuadra es esa cosa roja que lleva la paella, ¿me podrías decir que es?
Antiguamente, la paella era cosa de hombres. Cuando alguien conseguía un buen negocio lo solía celebrar con los amigos y las mujeres se quedaban en casa, pero eso es del siglo XIX. Hoy en día el hombre es el que suele hacer la paella y toda la familia disfruta de ella.
Un saludo. Y me alegra que te gustara este rinconcito de Valencia.
Somos unos afortunados teniendo la Albufera tan cerca de Valencia. Lo más triste es que muy poca gente la conoce y por supuesto, menos ha hecho lo que tú, dar un paseo en barca y pasear por ella. Es un auténtico privilegio dar un paseo y observar la espectacular puesta de sol que tiene. Sencillamente maravilloso.
Los que venís de otras comunidades sabéis apreciar lo que aquí tenemos, pero creo que eso suele pasar en general.
Lo único que no me cuadra es esa cosa roja que lleva la paella, ¿me podrías decir que es?
Antiguamente, la paella era cosa de hombres. Cuando alguien conseguía un buen negocio lo solía celebrar con los amigos y las mujeres se quedaban en casa, pero eso es del siglo XIX. Hoy en día el hombre es el que suele hacer la paella y toda la familia disfruta de ella.
Un saludo. Y me alegra que te gustara este rinconcito de Valencia.
Hola de nuevo Noelia!
Concretamente la judía que se ve en la foto es la judía perona roja, es un poco mas mantecosa que otra clase de judía pero está muy rica.
El próximo verano si vienes a ver si avisas y nos conoces te invito a tomarte la mejor horchata de chufas que se hace en Valencia… y no es en Alboraia!
Que maravilla de entrada Noelia, cada día te superas y la paellica con su fréjoles, que rico. Los atardeceres alucinantes, pero la foto en la que están comiendo… la adoro!! un beso paisana!
Qué raro que a Paqui Ramon le haya extrañado tanto ver fréjoles en lugar de judías verdes. Además de que son lo mismo, lo normal sería que abogara por el nombre de «ferraúra», por ejemplo. En cambio, no le ha llamado nada la atención que se diga «garrafón» y «fideguá». ¡Misterios valencianos!
Al anónimo, decirle que le guste o no le guste en Valencia a la judía sea del tipo que sea… NO se le llama fréjoles y es más te diré que la que se ve en la foto es la perona roja y no la «ferraùra» y también decirle que sobre lo del «garrafón» ya había publicado el comentario anterior y escribí otro sobre el «Garrafón» que es garrofón pero no se porque motivo no ha salido publicado.¡Misterios de internet! Y lo de «fideguà» no he comentado nada porque en esta entrada nadie ha hablado de ella.
Por sí le queda alguna duda al anónimo aquí le dejo las diferentes variedades de Judía verde: Judías verdes peronas: son aplanadas, anchas y largas, tiernas y sin hebras: buena cocción. Judías verdes elda: vainas aplanadas, anchas pero de menos longitud que la perona; tiernas y sin hebras. Cuece bien. Judías verdes boby (o bobby) y las Emerite: la vaina es en forma de tubo, es de menor tamaño que las elda o las peronas. Es gruesa y carnosa. Judías herradura aplanadas y en forma de herradura (curvadas), superfina, tamaño irregular, muy tierna (aunque puede tener hebras). Judías finas: se las conoce a las judías de las variedades elda y peronas cuando están poco granadas (sin granos y protuberancias). ¡Qué usted pase una buena tarde!!
Paqui Ramón ya sé que en Valencia no se llama fréjoles a las judías verdes. Lo que digo es que en Asturias sí se les llama fréjoles, por lo cual es lógico que La Cucharina Mágica les haya dado ese nombre. Como son lo mismo, no influye en absoluto en la paella poner fréjoles o judías verdes, por lo que no hace falta ser tan puntilloso con eso…, ¿verdad? Gracias por la lección sobre las variedades, yo también conozco algunas, y si no, puedo informarme.
Sobre el «garrafón», no he visto el comentario al respecto (lógico, si no ha salido publicado). De todos modos, una pequeña puntualización: el «garrofón» tampoco existe en Valencia, sí el «garrofó».
Muy buena tarde-noche para usted, igualmente.
Querida Noelia, tu crónica es maravillosa, no conozco Valencia ni la preciosa Albufera y te aseguro que una asturiana que lo cuenta tan bien hace que otra asturiana quiera conocerlo!!! Paqui Ramón en Asturias a las judías verdes les llamamos fréjoles y nos cuesta un montón, o al menos a mí, decir o asociar el otro nombre, que si conocemos, Bsss a las dos. Por cierto, excelentes fotos!!
Qué bonita entrada, Noelia, con esas fotos tan preciosas, nos ha gustado mucho esta visita que habéis tenido el placer de realizar, una gozada!!
besos
Hola Marga! lo sé, sé que en cada lugar las judías tendrán un nombre, pero me extrañó lo de fréjoles porque nunca lo había escuchado.
Pero te aseguro Marga que si llego a saber que esto trae tanta cola con el Anónimo… me muerdo la lengua y no digo nada. Solo espero que a Noelia no le haya importunado mi comentario!
Anónimo, garrofò… es en valenciano!
llevo mucho tiempo queriendo pasarme por la Albufera, me han hablado que es muy bonita y además si acompañas el día con una buena paella no se me ocurre mejor plan jeje