Tarta americana de calabaza. Pumpkin Pie

Al probar esta tarta de calabaza americana o Pumpkin Pie, he pensado que cómo he pedido vivir sin haberla hecho antes. Es deliciosa y sana.

Además de recetas tradicionales y alguna que otra original que me invento, me gusta traeros platos internacionales para viajar un poco a los sabores de otros países, en algunos casos lejanos.

Hoy nos vamos a Estados Unidos, pero no al que conocemos ahora, el de Obama, la comida de plástico y las guerras por doquier, sino al de los primeros colonos, venidos en gran parte de Europa, que asentaros sus primeros poblados en la costa este, más en concreto en el estado de Massachutte.

Cuenta la leyenda, que los colonos padecieron grandes necesidades, incluso hambre, en sus primeros fríos inviernos en el nuevo continente. Fueron precisamente los nativos, los que les enseñaron qué tipo de siembra podía soportar las bajas temperaturas del lugar y gracias a ello comenzaron a tener sus primeros cultivos La fiesta de Acción de Gracias celebra esa primera recogida de la cosecha que se consiguió gracias a los nativos. Lástima que luego los echaran de sus territorios y los confinaran a vivir en reservas.

Desde entonces, el Día de Acción de Gracias es en Estados Unidos un día de reencuentro de familia y amigos en que intentan recrear los platos  tradicionales de los primeros colonos, entre ellos, el Pumpkin Pie o tarta de calabaza.

El sabor de esta tarta es delicioso, además de que es muy sana, ya que la mayor parte de sus ingredientes es calabaza asada y especias. Tarta perfecta para dar a los más peques y que disfruten comiendo verdura.

A por la receta!

Tarta americana de calabaza. Pumpkin Pie

Ingredientes para 1 molde de 22 cm

• 1 y 1/2  lámina de masa quebrada
• 500 g de puré de calabaza (equivale a una calabaza pera pequeña)
• 2 huevos + 1 yema
• 200 ml de nata para cocinar
• 150 ml de leche semidesnatada
• 200 g de azúcar moreno
• 1 cucharada de postre canela en polvo
• 1 cucharada de postre de jengibre molido
• 1 pizca de nuez moscada
• Ralladura de la piel de una naranja
• 1 cuchara de postre de maicena
• 1 cucharadita de sal
• 2 clavos de olor
• 5 semillas de cardamomo

Preparación

1. Cortamos la calabaza a la mitad, le quitamos las pepitas y pinchamos los clavos de olor sobre su superficie y espolvoreamos las semillas del cardamomo.
2. Ponemos en un recipiente la calabaza con la piel hacia arriba, a 170ºC durante 45 minutos o 1 hora. Tenéis que ir pinchando la calabaza hasta que esté blanda. Reservamos hasta que enfríe.
3. Ponemos la lámina de masa sobre el molde, que previamente habremos untado con mantequilla, pinchamos con un tenedor la base de la masa y lo metemos en el frigorífico.
4. En un robot de cocina echamos la carne de la calabaza, sin piel, con el resto de ingredientes y lo batimos hasta que estén bien integrados.
5. Ponemos la mezcla de calabaza en el molde y lo metemos en el horno precalentado a 170ºC durante 45 minutos, en la parte baja del horno.
6. Con la masa quebrada que nos ha sobrado hacemos figuras con un cortador de galletas.
7. Sacamos la tarta del horno a los 45 minutos y colocamos las figuras, metemos de nuevo 15 minutos más, esta vez poniendo la bandeja en la parte superior del horno.
8. Una vez doradas las figuras sacamos la tarta del horno, dejamos 15 minutos que enfríe antes de retirar el molde. La tarta necesitará 3 horas de reposo para que enfríe y la masa quede más compacta.

 

Trucos

• La masa quebrada se tiene que colocar en el molde con cuidado y sin estirarla, todo lo que se estire, encogerá en el horno.
• Metemos la masa en la nevera porque cuanto más fría esté antes de hornear, mejor quedará de forma.
• La tarta se toma fría, caliente empacha, y queda fenomenal con una bola de helado.
• Podéis prescindir de las especias, o incluso añadir más.